En primer lugar perdonad el retraso de la crónica. He tenido uan semana complicada y, para colmo, con gripe: a 38º y mareado como un peonza.
La Graciosa es, sin duda, una Isla apacible, sencilla, tranquila, bonita. Tiene dos pueblos, la Caleta del Sebo y Pedro Barba y unas playas realmente espectaculares. Algunas de arena blanca y todas de aguas prístinas. Bikers: vale la pena.
El recorrido a la Isla no es omplicado, salvo por un trazado de rompientes de la costa antes de llegar a Pedro Barba. Este es un pueblo residencial elitista. Hay una docena de casas, a cual más bonita, hechas con mucha clase y elegancia. Dicen los que allá habitan, que veranea la élite de Gran Canaria.
El recorrido es de unos 30 kms sin apenas desnivel acumulado. Eso sí. Es un día ideal para ir de paseo con la bici y bañarte en sus aguas absolutamente cristalinas. Después de Pedro Baba llegas a una playa de arenas blancas y aguas azul turquesa. En esa playa nos quedamos descansando una horita. Proseguimos la ruta has llegar al otro lado de la Isla, en la que encontramos una playa oceánica: abierta, salvaje, las olas rompían con muchísimas vialoencia y no había nadie bañándose. Después deesta playa, sig
ues con la ruta hasta llegar a otra cala y finalmente regresas a la Caleta del Sebo.
Es un día de descanso que vale la pena. 30 Kms de ruta por una Isla poco visitada y en la que te apetece perderte. Por las noches, junto al malecón, puedes encontrar algunos restaurants con una oferta gastronómica interesante. Una de las cosas que más me llamaron la atención, es que no existen calles asfaltadas, son todas de arena.
Hicimos noche (otra vez) y a la mañana sigiuente partimos hacia Órzola para hacer la sigiente etapa.
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